“Y el ganador del Grammy a mejor... es para...”

Anoche, después de un fuerte entrenamiento y donde me di cuenta que debo dejar un poco la llajwa sino no voy a aguantar mas de 10 minutos jugando, llegue a mi casa y me entere que se iban a entregar los Grammys a los mejores del año, no voy a resumir el show sino que quiero que sepan lo que se me paso por la cabeza durante la premiación.

Primero, voy odiando más el reggaeton, en una de las tantas categorías, no me acuerdo que era, el premio se le dio a un grupo que... no podía creerlo... cuando suben a recibir el premio escucho parte de la letra de la canción y pues... –tranquilo, tranquilo cuenta hasta 10- 1, 2, 3, 4, 5... bueno ya paso, la letra un desastre, cualquier cosa, sin mensaje, sin sentido, bueno cada quien con sus gustos; para aclarar lo que odio del reggaeton no es el ritmo que tiene, el feeling del genero es más casi siempre lo toco lo canto y hasta lo bailo, bien chistoso me sale pero le doy aguante. Sé que hay muchos otros géneros en los que igual se hablan de macanas, pero creo que muchos abusan del mismo para sacar provecho económico nada más. Tenia que decirlo, no lo tomen a mal.

Ahora que estoy más tranquilito, me voy a lo bueno, que grande que es el Juan Luis Guerra, ganó en las seis categorías en las que fue nominado: canción del año, álbum del año, grabación del año, mejor canción tropical, mejor álbum de merengue y mejor ingeniería de grabación, cada vez que decían su nombre para llamarle y proclamarle como ganador levantaba mi mano y compartia con él su alegria, y lo más contento que me ponía es que reconocía que no era él sino el que vive en él JESÚS; el reconocer que somos “instrumentos” no son hace menos, sino que nos hace cumplir la misión por la que estamos aquí.

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos” Mateo 5:16