viernes, 13 de junio de 2008

Mi presupuesto y el peluquero que traicione

Recuerdo las veces, de niño, en las que me tenia que hacer acompañar por mi mamá para hacerme cortar los cabellos, ibamos cuando las circunstancias lo ameritaban o cuando el largo del cabello le hacia enojar a mi progenitora, el corte era el mismo, que se me vieran las orejas era lo que importaba en ese entonces. Ya al termino del cortaje, lo doloroso venia cuando te rociaban con esa loción(ver imagen) despues de la afeitada en las esquinas en la que demostrabas, si no gritabas, tu hombria, entonces me aguantaba como se debía.

Con la cantidad de años que se tiene y por falta de tiempo de los padres, uno ya tiene que ir solito al peluquero, y así es que recurro a él(Don Javi) cada mes, cada vez que me acuerdo, cada vez que se me enredan, cada vez que me invitan a matrimonios(pocas por cierto), cada vez que tengo una actuación especial, y otras cadas veces.

¿A que viene tanta historia?, pasa que ayer traicione a mi peluquero y aprovechando la estadia en un centro de belleza, me hice cortar los cabellos que ya estaban largos, y bien, un poquito mas corto de lo que pedi pero no tardaran en crecer. En el lugar era el único que representaba a la raza, la amiga(Leo), dos señoras que atendian a las clientes y tres ocasionales clientas, me sentia raro por tanta presencia femenina. Al final bueno el corte, eso si ando arruinado porque el presupuesto anual designado para tal operación se sobrepaso y ya no tendria que volver al peluquero durante este año, a ver como le hacemos.