Cuatro millones novecientos catorce mil cuatrocientos once razones para decirte adiós

Esta entrada tenia que estar con fecha del lunes 29 de enero de 2007, pero por razones que escapan mi voluntad se publica hoy, de manera que aquellas partes que indican ayer en realidad son antes de ayer. Y bueno no son tantas razones son pocas, bueno ni tan razones, es que me gusto el título y no lo pienso cambiar.

Ayer en la mañana te volví a ver otra vez, estabas más hermosa que nunca, eso si tus cabellos un poco más largos, pero eras la misma y estabas con el mismo también, sentí lo mismo que cuando te vi por primera vez, el nerviosismo se apodero de mí, mis neuronas pasaron al nivel pasivo, y como siempre que te veía venir me escondí para que no te dieras cuenta de que estaba ahí otra vez.

De repente, el de siempre compro algo que compartió contigo, te sentaste en una banca y él a tu lado, te mire desde 20 metros(aprox.) de distancia y mirabas a las personas que hacían fila y por un momento pensé que te diste cuenta de que era yo, a los pocos minutos me encontré con un amigo que me ayudo a disimular el momento, conversamos de algo que escribí días atrás, no le prestaba mucha atención ya que no quería desperdiciar la oportunidad de volverte a ver, de pronto la gente comenzó a salir del lugar de donde estaba por entrar; terminaste el desayuno improvisado de la mañana y te ibas en dirección suroeste y claro el te acompañaba, mis ojos seguían los pasos que dabas, pero cada segundo que pasaba se volvía más difícil el seguirte ya que las personas se habían apoderado de las aceras y hasta parte de la calle, ese rato alguien me saluda y me recuerda una charla que quedo pendiente de hace 3 meses atrás, le dije que esta semana pasaría por su oficina para terminarla, mientras eso pasaba, volví a mirar hacia atrás para encontrarte de nuevo, pero ya no estabas más.

Del por qué escribo esto, la verdad es que no lo sé, tal vez porque quería recordarme y pensar en el futuro que hubiéramos tenido juntos, o tal vez para superar los falsos intentos de hablarte y decirte lo que pensaba, tal vez solo para decirte que pese a todo puedo ser feliz sin ti (cualquier semejanza que encuentren con alguna canción de olvido es mera coincidencia) y se que muy pronto encontrare a alguien que si bien no será como tu será alguien como ninguna ella.

Con esto quiero terminar la relación que nunca empezó ya que nunca te enteraste, a pesar de que sospecho que debió haber alguien que te dijo lo que sentía, es que se lo contaba a todos menos a ti. El tiempo juzgará aquello que nunca paso, las palabras que nunca te dije, las cartas que nunca te envié y las caricias que no te di.

Aprendí a no perder oportunidades, y que arriesgare pese a que no encuentre la respuesta buscada, ya no quiero seguir pensando en lo que hubiera podido pasar ya que nunca pasara.